Las abejas están desapareciendo. Sin dejar rastro. En ocasiones, en número de varios miles de individuos -una colmena entera- a lo largo de una sola noche. El fenómeno es de suma importancia, pues dependemos de ellas en mayor medida de lo que pensamos. Sin las abejas, desaparecerían muchas especies vegetales. Y tampoco tendríamos numerosos frutos o plantas de los que habitualmente nos alimentamos. O sí los tendríamos, pero sin el gusto y color con los que los conocemos.
Mientras que para la mayor parte de las personas, las abejas resultan unos insectos molestos e incluso peligrosos por causa de su picadura, para el conjunto de la naturaleza alcanzan gran importancia, hasta el punto de que, sin ellas, numerosas especies, principalmente vegetales, no existirían. Se estima que las abejas existen en nuestro planeta desde hace unos 80 millones de años. Su estilo de vida ha conllevado el que necesiten del néctar y del polen de las flores para su subsistencia, con lo que en su diario ajetreo van transportando este último de unas plantas a otras. De esta manera, no sólo se logra la fecundación de las plantas sino que con ello se consigue una diversificación de las características de cada vegetal, algo que resultaría imposible sin la inestimable ayuda de estos insectos.
Mientras que para la mayor parte de las personas, las abejas resultan unos insectos molestos e incluso peligrosos por causa de su picadura, para el conjunto de la naturaleza alcanzan gran importancia, hasta el punto de que, sin ellas, numerosas especies, principalmente vegetales, no existirían. Se estima que las abejas existen en nuestro planeta desde hace unos 80 millones de años. Su estilo de vida ha conllevado el que necesiten del néctar y del polen de las flores para su subsistencia, con lo que en su diario ajetreo van transportando este último de unas plantas a otras. De esta manera, no sólo se logra la fecundación de las plantas sino que con ello se consigue una diversificación de las características de cada vegetal, algo que resultaría imposible sin la inestimable ayuda de estos insectos.
La labor polinizadora de las abejas resulta esencial para el desarrollo de árboles y plantas. Realmente, hace ya algunas décadas que se ha ido observando una progresiva desaparición de las abejas en los distintos continentes. Pero el acontecimiento más llamativo por su potencial de alcance en los medios de información ha ocurrido recientemente en Estados Unidos, en lo que se ha dado en llamar el Síndrome del Colapso de Colmenas Allí, y solamente durante la pasada primavera, se ha reportado la pérdida del 25% de las colmenas (unas 500.000) en alrededor de 30 de los 50 estados de la Unión, lo que mantiene desconcertados a los apicultores y a los investigadores.
Es importante recordar que las abejas constituyen un fiel indicador de la salud del entorno en donde vivimos. Y que, por tanto, su desorientación, sus problemas para vivir o, en definitiva, su desaparición, deben interpretarse sin demora como señales sumamente importantes con relación a la especie humana.
Es importante recordar que las abejas constituyen un fiel indicador de la salud del entorno en donde vivimos. Y que, por tanto, su desorientación, sus problemas para vivir o, en definitiva, su desaparición, deben interpretarse sin demora como señales sumamente importantes con relación a la especie humana.
Publicado por: Daisy Parra: 17580646
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